Antonio Rodrigo Nogueira "Minotauro"

Todo un ejemplo de superación personal, de humildad y de deportista. Se podría hacer una muy buena película o escribir un gran libro con la historia de Antonio Rodrigo Nogueira "Minotauro".

Nota: la redacción del artículo no es del todo buena, pero no he encontrado una traducción mejor.


El camión que lo atropelló le lastimó tantas partes del cuerpo, que sería más fácil describir qué partes de su cuerpo no se lastimaron.
Casi un año pasó para que Antonio Rodrigo Nogueira pudiera salir del hospital.
Estuvo cuatro días en coma.
Pero hasta antes de que recuperara la conciencia, jura que podía escuchar todo lo que la gente hablaba.
Las cosas que decían —que nunca iba a poder caminar otra vez, hacer deporte ... ya eran suficientemente malas, pero cuando comenzaron a hablar de él en tiempo pasado, ésas fueron palabras de lucha.
Veinte años después, Nogueira pasó de ser uno de los chicos más fuertes a uno de los hombres más fuertes que jamás se haya visto.
Hoy, a los 31 años, es el poseedor del título Ultimate Fighting Championship de peso pesado del mundo.
Lo llaman el 'Minotauro', apodado así por la figura mitológica griega, la cual es mitad hombre y mitad toro.

Como mitológico se podría describir su camino desde Vitoria da Conquista, Brasil, hacia West Palm Beach.
¿No se suponía que nunca más iba a poder hacer deportes? A diferencia del resto de sus amigos, que jugaban fútbol, terminó en el mundo brutal de las artes marciales mixtas.
El accidente con el camión le costó parte de un pulmón. Sin embargo, sus oponentes concuerdan con que él triunfa en cuanto a resistencia, dejando de lado cuánto le hayan pegado desde el comienzo.
¿Cómo es que sucedió eso?
'No sé', dice su primo y compañero de lucha, Wald Bloise. 'No tiene sentido'.
Siempre en movimiento
La búsqueda de una explicación que tenga sentido comienza un 3 de marzo por la tarde, en West Palm Beach.
Manejando por Okeechobee Boulevard hacia Haverhill Road uno sabe que está en el lugar correcto cuando llega a un centro comercial y ve dentro de la academia de artes marciales la jaula (de lucha) de ocho lados y cuerpos contorsionados.
Unos 100 luchadores de artes marciales se encuentran aquí porque Nogueira está aquí.
Esa es otra evidencia de la popularidad que tienen las artes marciales mixtas.


Nogueira y Bloise son codueños del gimnasio Team Nogueira, pero como campeón mundial, los compromisos de Nogueira hacen que su valija esté siempre cerca.
Esta visita (del 6 de marzo) es muy especial, porque hace sólo unas semanas, venció a Tim Sylvia y obtuvo el título UFC, convirtiéndose en el único hombre en sostener el título UFC y el título Pride Fighting a la vez.
Si no fuera por sus 6-pies-1 pulgadas de altura, 240 libras de peso y sus orejas arrepolladas, Nogueira (31-4-1) podría salir a caminar por CityPlace y no atraer la atención de nadie.
Pero eso no pasa en Japón.
Allí, las artes marciales mixtas son muy conocidas, y después de la última pelea de Nogueira, dice Bloise, más de una docena de mujeres embarazadas le pidieron a Nogueira que les tocara la panza, con el deseo que les naciera un hijo con las habilidades de un samurái.


El regreso

El accidente le partió dos costillas, que le sacaron luego que le agujerearan un pulmón. También le sacaron el bazo y le tomaron 300 puntos. Una rodilla, un talón de Aquiles, su hígado —todo lastimado por el camión de un vecino, que ignoraba que el pequeño Nogueira estaba jugando con sus amigos.
"Eso que me pasó en mi vida, fue un momento muy difícil", dijo Nogueira. "Y las peleas, creo que si las comparo con lo que me pasó, son algo fácil".
Nogueira habla muy bien el inglés, pero a este punto detiene la conversación.
Sabiendo que Nogueira ha peleado contra "La Bestia" Bob Sapp de 350 libras, el ex jugador de NFL quien estuvo en la nueva versión de The Longest Yard, usted le pide que repita eso de que ser parte de un deporte donde unos asfixian a otros es fácil.
"Ay, Dios mío", dice él. "Fácil comparado a eso".
Nada en cuanto a la recuperación fue fácil. Nogueira señala su nuca, donde los doctores le insertaron un aparato para hacerle transfusiones.
"Se olvidaron esa cosa dentro de mi nuca", dice él. "Unos 10 meses más tarde, descubrimos que tenía esa cosa dentro de mi cuerpo. Fue como así de grande (muestra unas pulgadas de ancho con sus dedos). Era bastante difícil de respirar, y eso me llevó dos cirugías más. Estaba demasiado profundo".
Eso fue lo que pagó físicamente. El costo emocional, para un niño de 11 años que estuvo hospitalizado por casi un año, fue otra cosa.
"Todos mis amigos van a verme, y caminan", dice. "Juegan". ¿Y Nogueira? Estaba creciendo.
"Me siento allí, sólo a pensar acerca de mi vida", dice él. Mientras estaba en coma, amigos y familiares oraban porque todavía tuviera vida. "Le pregunto, '¿Cuándo estabas en coma, escuchabas voces?' ", dice Bloise.
Nogueira le dice que escuchó, "El se va a morir". Luego, la respuesta silenciosa de Nogueira fue: "No, voy a vivir. Viviré."
Es un espíritu, que, Bloise, también de 31 años, ve cuando entrenan juntos.


"Mentalmente, él es tan fuerte como todos los otros luchadores porque él tiene esa experiencia de vida que tal vez usted o yo nunca hemos tenido", dice Bloise.
Luego de la lucha por el título, Sylvia le dijo a los reporteros, "Nogueira, es el mejor del mundo, no tengo duda alguna". Sylvia mide 6-8 pies de altura y pesa 255 libras, pero ante una multitud en Las Vegas que incluyó a Barry Bonds, se entregó a la guillotina asfixiante de Nogueira y cayó en el 1:28 del tercer round.
Centro de atención
Para la persona común, las artes marciales mixtas pueden parecer salvajes. Sin embargo, el 3 de marzo por la noche Nogueira fue el centro de atención entre estudiantes de edades de 4 a 60 años. Policías, bomberos, doctores y abogados, formaron un círculo mientras Nogueira demuestra la llave con que le dio el título con Boise. Lo que no es aparente es que para llegar a este punto, los estudiantes deben pasar por una cierta iniciación.
"Les enseñamos cómo ser respetuosos, luego les enseñamos cómo luchar", dice Nogueira. "Creo que eso es muy importante".
Con eso, la etiqueta de que las artes marciales mixtas son salvajes obtienen un primer golpe. Luego, llega otro. Nogueira tiene una hija en Brasil —Taina, de 7 años. "Ella quiere luchar", dice él riéndose, "pero yo la pongo en clases de ballet y natación". Asimismo, su familia no se preocupa por que salga lastimado — nunca ha sufrido nada serio mientras haya estado luchando— porque ha estado involucrado en esto desde los 4 años.
"Crecí compitiendo", dice Nogueira, quien cree que peleará por unos cinco años más. "Por eso cuando veo a mi contrincante, no siento ningún odio. No quiero lastimarlo. No quiero salir herido. Pero quiero ver quién es mejor, si él o yo. Si piensas así, no te sientes tan intimidado".
"¡Derrótalo! ¡Derrótalo!", gritaba Bloise desde el rincón de Nogueira.
"¿Cómo voy a hacerlo?", recuerda Nogueira."El me intimidaba", pensaba.
Luego Sapp hizo volar a Nogueira. Nogueira luego lo acorraló, forzando a Sapp a soltar un bloqueo de brazo.
Hoy, Nogueira espera su próxima pelea. Tal vez sea en un par de meses. Sí, la división Pride está desapareciendo y hay varias organizaciones MMA, cada una dando victorias a hombres en varias clases de peso. Pero observadores neutrales marcan a Nogueira como el legítimo campeón mundial.
"Deberían escribir un libro", dice Bloise.
"Sería uno en un billón. Uno en un millón para ser campeón, pero uno en un billón para haber sido lastimado como él y llegar a ser el campeón que es él".