Sangre, sudor y ampollas...
Llevaba ya tiempo con la idea en la cabeza y cuando hace 3 semanas me enteré de que se iba a celebrar por aquí cerca una carrera de 30 kilometros no me lo dudé. Llamé a Ruben (amigo de carreras) y se lo comenté. Ok, vamos a ello.
La carrera era la V edición de la Tineo-Cangas, 30 kilometros sobre asfalto que separan ambas localidades.
La verdad es que no la pude preparar todo lo bien que me hubiese gustado, basicamente por el poco tiempo libre que me deja el puto trabajo y porque la semana pasada me volvió a molestar el tendón del tobillo que me trajo no hace mucho bastantes quebraderos de cabeza (justo cuando ya pensaba que lo había superado). Hace dos semanas me dedique a correr todos los dias unos 12 km. y la pasada apenas corrí 15 km. en 3 dias por los mencionados problemas en el tobillo.
Hoy era el día y la verdad es que no las tenía todas conmigo debido a las molestias, pero bueno, para estas cosas soy muy cabezón. A las 10 de la mañana y con 0º grados centigrados daba comienzo la carrera en Tineo.
Los siete primeros km. eran cuesta abajo. Facil a priori, pero toda una trampa para las piernas.
No obstante me encuentro bien y voy con Ruben y un grupo de 3 corredores más buen ritmo (sobre 4 minutos y medio el km).
Todo va mejor de lo esperado: me encuentro bien y el tendón no me molesta. Los problemas empiezan en el km. 6. Noto que me empiezan a doler las plantas de los pies. Horror. Ampollas!
Desde luego que era algo que no esperaba. Todos los dias corro alrededor de 10 km. (con los mismos tenis y calcetines) y nunca he tenido problemas y hoy a los 6 km. estaba realmente jodido.
En el km. 7 los dolores son insoportables. Me detengo y me despido de mi grupo. Me descalzo y me quito uno de los dos pares de calcetines que siempre llevo. Reanudo la marcha, pero sigo realmente tocado. "No voy a poder acabar", esa idea pasa por mi mente. 26 km. con esos dolores en los pies son insufribles.
Adelanto a unos cuantos corredores y de paso voy preguntandoles si tienen vaselina (bastante eficaz contra las ampollas). Nada, no hay suerte. Estoy jodido.
Veo pasar una furgoneta de la Cruz Roja, pero cuando me doy cuenta ya es imposible que me vean.
Fisicamente me encuentro realmente bien. Joder, si no fuese por las putas ampollas podría hacer una carrera muy buena.
Doy caza a una mujer (alrededor de 35 años). Lleva un buen ritmo y me pongo a su par. Le pregunto si tiene vaselina. No hay suerte. Vamos charlando durante algo más de un km. hasta que veo la furgoneta de la Cruz Roja parada en un descansillo. Bien, por fin algo de suerte. Me despido de mi acompañante, pongo un ritmo algo más fuerte y cruzo la carretera.
Les comento mi problema. Me descalzo y me siento en la furgoneta. El chaval que me atiende coge su botiquín, se pone unos guantes y coge un bisturí. Me hace unas incisiones en las heridas para se libere el aire y liquido de las mismas.
Veo a muchos corredores pasar mientras me atienden. Mierda, van más lentos que yo, pero ellos no tienen los pies jodidos. Si no fuese por esto no me adelantarían.
Me impaciento viendo como pasan delante de mí, pero tampoco quiero meter prisas al de la Cruz Roja. Despues de echarme una pomada y vendarme ambos pies les doy las gracias y reanudo la marcha.
Para mi disgusto el dolor sigue siendo muy intenso. Si alguna vez habeis tenido ampollas sabreis de que os hablo. Pues bien, inmaginaros 24 km. por delante. Más de 24000 zancadas. Dolor, veo dolor.
En total debo de haber perdido 6 ó 7 minutos. Bueno, mi idea era la de acabar la carrera osea que el chip debe ser el mismo. De todas maneras veo la cosa muy negra.
Le echo cojones y me repito a mi mismo que no me doy a dar por vencido facilmente.
Abandonar no entraba en mi planes. El bajón habría sido muy grande.
Hasta el km. 20 voy tirando. Fisicamente bien. Lo único malo es el dolor y la soledad. En esos momentos tan solo estaba yo y la carretera. Una carretera muy ancha, bien asfaltada, pero con rectas enormes que te hacían pensar que no avanzabas.
Llego al kilometro 21 y comienzo a estar jodido. Las piernas ya no responden del todo bien y empiezan a dolerme por momentos. A partir de ese momento empieza el autentico sufrimiento.
El gemelo izquierdo, que hasta ahí tan solo me había molestado ligeramente empieza a dolerme.
Los muslos parece que no me responden. Y me quedan 9 km.
En cada kilometro había un cono con el numero de kilometro en el que te encontrabas. Cada vez parece que se distancian más y más. Me sorprende ver correr a un señor que andaría cerca de los 70 años. Joder, eso si que tiene mérito.
Desde que me bajé de la furgoneta de la Cruz Roja di caza y adelanté a unos cuantos corredores, pero cada vez los veía más cerca. Bueno, que pasen, lo mio es acabar.
El agua que reparten cada 5 km. apenas la pruebo. Me encuentro bien y el simple gesto de beber me cansa aun más. Estoy realmente jodido.
Venga, en cuanto llegue al km. 25 veré todo de otro color. Joder, el puto km 25 está demasiado lejos.
Estoy realmente tocado de las dos piernas. De vez en cuando tengo que para a estirar, pero apenas puedo subir la pierna al quitamiedos y tengo el gemelo izquierdo a punto de subirseme.
Cada km. a partir del 20 parecen 2. Por fin llego al km. 25. Bien, joder, voy a acabar si o si.
En ese momento las ampollas y el dolor punzante que me producen ya son consustanciales al correr. Me dolían y mucho, pero no me iban a impedir acabar. El dolor en las piernas ya era otro cantar.
Kilometro 26, 27...
Medidado el km. 27 un coche de la organización se pone a mi par. El hombre del asiento del acompañante me pregunta que tal estoy. "Para acabar estoy" le digo. Me pregunta si necesito algo de beber. Le respondo que si. Paran el coche y se dirige al maletero para darme una botella de agua. Despues me ofrece comida. Si, por favor. El Kit-Kat que me da me sabe a gloria. Les doy las gracia y se van.
Se que voy a acabar, pero estoy sin apenas respuesta en las piernas.
Alrededor del km. 28 me encuentro a Nayo en bici. No se había animado a correr pero si que había ido a ver la carrera. Nayo es todo un crack en cuanto a atletismo se refiere en toda Asturias. Campeón de maraton de Asturias y de cientos de carreras a lo largo y ancho de toda España (además haber quedado a apenas 200 metros del record de España de las 6 horas...más de 80 kilometros!). Hace ya tiempo que de vez en cuando corro con él. Un gran tipo al que merece la pena escuchar. Me ve, lo saludo y se sorprende. Da la vuelta y comienza a animarme.
Lo agradezco y mucho. Los 2 últimos km. a su lado se hacen más llevaderos (dentro de lo jodido que estoy).
Me anima y me ayuda a echar el resto para acabar entrando en linea de meta a muy buen ritmo.
Listo. He llegado. Apenas puedo caminar. Me siento y gente de la organización me trae un bolsa con bebida y comida.
Bien, he acabado. De todas maneras me lamento por mi mala suerte con el tema de las ampollas. De no haber sido por eso podría haber hecho una muy buena carrera. Bueno, de todo se aprende. Para la próxima.
El mienbro de la organización que me dió agua y el Kit-Kat se interesa por mi. Le doy las gracias de nuevo por la ayuda. Como todo lo que trae la bolsa. Bebo. Vamos a ducharnos.
Misión cumplida.
*Mike*
entrada de LV-426 @ 19:49
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